Sobre mí

lunes, 27 de noviembre de 2023

Que vuelven los estoicos

Zenón de Citio
(334-262 aC)

¡Vaya por Dios! Se ha puesto de moda la filosofía estoica. Ahora parece que la venden como si fuera una versión con fundamento de la autoayuda

El estoicismo surge en el siglo III a.C. con la fundación de la escuela de la Stoa en Atenas por Zenón de Citio (334-262). 

Sería muy complejo desmenuzar su pensamiento asimilarlo bien picadito en unas pocas líneas. Para ello remito a un minicurso ofrecido por "Filosofía y humor" (Este es el enlace al primer capítulo de cinco: https://open.spotify.com/episode/72TaQVOJY4b3zfMLpxOmaN?si=5xT67I-JTP-W6UFksfeV-g).

Resumiré, pagando el precio del reduccionismo, las ideas más importantes que estos filósofos predicaban:

1) En primer lugar se trata de una escuela filosófica "de resistencia" ante un cambio de época. Los griegos no tenían muy claro por dónde les soplaba el viento. Habían vivido durante siglos en un sistema basado en la polis y ahora se les imponía sobrevivir bajo el dominio de un imperio, el macedonio, en concreto, tras la conquista de Filipo y el afianzamiento por parte de Alejandro Magno. Como había crisis de identidad, se agarraban el primero que les prometía la felicidad a pesar de todo y de todos.

2) Así que no me equivoco mucho si digo que el estoicismo es una doctrina salvífica. Promete la felicidad en tiempos de incertidumbre. Muy adecuada para los tiempos que corren ahora, que no sabemos ni lo que somos.

3) Afirman los estoicos que todo lo que necesitas para ser feliz lo llevas contigo mismo. Aquí es donde se parece a la autoayuda. Eres muy grande, la persona más importante para ti eres tú mimo, siempre encontrarás recursos en tu interior, etc. La autoayuda nos deja casi a la altura de semidioses griegos. Ahí va una lista de frases de autoayuda actuales:

"No tienes control sobre los gustos de otros, por tanto enfócate en ser fiel a ti mismo" (Tim Gunn).

"No es sencillo encontrar la felicidad en nosotros mismos y no es posible encontrarla en otro lugar" (Agnes Repplier).

"Recuerda siempre que eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas" (Christopher Robin).

Marco Aurelio (121-180)

Y aquí frases del estoico y emperador romano Marco Aurelio (121-180):

"Para descansar se buscan las apacibles soledades del campo, las orillas del mar o las serenas montañas. Tú también deseas esto ardientemente y con frecuencia. Y, sin embargo, todo esto no es sino prueba de vulgaridad de espíritu, ya que en cualquier momento que elijamos podemos buscar un retiro incomparable dentro de nosotros mismos" (Meditaciones, IV, 3).

"Busca dentro de ti mismo. Ahí está el manantial del bien, tanto más inagotable cuanto más se profundiza" (Meditaciones, VII, 59).

4) Dentro de uno mismo, encontrarás todo lo necesario para ser feliz, vale; pero hay un secreto estoico que es la pared maestra de todo: la apatía. Es decir, el no padecer. Pero no nos vengamos arriba, porque el no padecer no significa buscar el placer (hedonismo) y huir del dolor (aponía), sino huir del placer y del dolor. El estoico debe tener un dominio tal sobre sus pasiones, emociones y sentimientos que debe llegar a no sentir. Y, si no, mira: 

"¿Te ves importunado, en todo caso, por las sensaciones del cuerpo? Piensa que nuestro entendimiento no toma parte alguna en las impresiones agradables o displicentes que el alma sensitiva experimenta, acaso porque, encerrado dentro de sí mismo, solo reconoce sus propias fuerzas" (Meditaciones, IV, 3). Es decir, ¿te molesta lo que sientes?, pues deja de sentir.

"Sé como un promontorio contra el cual vienen a estrellarse continuamente las olas del mar: siempre inmóvil, a su alrededor la furia se hace impotente. “Soy desdichado –dices– porque me ha ocurrido tal accidente”. Di, pues, al contrario: “me considero feliz porque, a pesar de este accidente, no experimento el menor contratiempo ni estoy agobiado por el presente ni atemorizado por el porvenir”. Lo mismo hubiera podido sucederle a otro cualquiera y quizá no hubiese mostrado semejante resignación. ¿Por qué ha de ser, entonces, una desgracia este accidente, más bien que un acontecimiento feliz? ¿Acaso llamas desgracia para el hombre a lo que no puede impedirle conseguir el fin que debe proponerse? ¿Crees, por ventura, que no puede obtenerlo debido a un acontecimiento que no se halla en contradicción con los propósitos de la Naturaleza acerca de su destino? ¿Y cuáles son estos propósitos?" (Meditaciones, IV, 49) 

Una stoa o pórtico es un espacio arquitectónico cubierto, de planta rectangular alargada, conformado mediante una sucesión de columnas, pilares u otros soportes, y, en su caso, muros laterales. Zenón de Citio enseñó en la stoa poikilé, situada al norte del ágora ateniense.


5) Y esta cita nos introduce en otro tema, que no cuadra mucho con el buenismo antropológico de libertad sin límites: el destino. Los estoicos estaban convencidos de que hay una fuerza suprema que mueve los hilos del universo, incluidos los que nos atan a nosotros, los humanos. O sea, que solo somos libres para decidir si seguimos el destino (en muchas ocasiones los estoicos hablan de él llamándole "naturaleza") o si nos arrastra, como si fuéramos perros atados a un carro tirado por caballos.

En fin, un estoico es un tío que se cree supermán y acepta sin emociones lo que le traiga el destino, porque le viene grande el mundo que le ha tocado vivir. 

lunes, 20 de junio de 2022

Camino sin retorno

Aristóteles (384aC-322aC) decía en el libro segundo de la Metafísica: «La ciencia, que tiene por objeto la verdad, es difícil desde un punto de vista y fácil desde otro. Lo prueba la imposibilidad que hay de alcanzar la verdad y la imposibilidad de que se oculte por entero».

Tiene razón Aristóteles, como casi siempre. Entre la imposibilidad de ocultar toda la verdad y la imposibilidad de alcanzar la completa verdad hay todo un camino por recorrer. En este camino hay verdades fáciles, difíciles y las demasiado obvias. Las fáciles se muestran, las difíciles se explican y las demasiado obvias se revelan. Estas últimas son las más curiosas, porque son tan evidentes que no las tenemos en cuenta.

Me gusta desmigar las duras verdades difíciles y obvias para que puedan ser comprendidas. Y una forma bastante adecuada es a través de la literatura de ficción. Porque el camino que se inicia al ir descubriendo verdades que estaban ocultas por su dificultad o su obviedad es un camino sin retorno: el mundo no vuelve a ser el mismo. Es como estar en Matrix tomar la pastilla roja.



domingo, 22 de marzo de 2020

Terminator y la conciencia agresiva de la máquina



En 1997 Skynet tomó conciencia de sí misma. Se trata de un superordenador de la empresa Cyberdyne que se da cuenta de que existe. Se trata de una computadora que tiene acceso a todo el sistema de defensa de los USA. Enseguida detecta al ser humano como su máximo enemigo, porque es el que puede desconectarlo de la red eléctrica. Para acabar con él lanza un ataque nuclear masivo que es respondido por el resto de países con arsenal nuclear.


A ese día lo llamaron el Día del Juicio Final. Los supervivientes empezaron a ser cazados y exterminados por las máquinas. Entre estas tenían especial relevancia los Terminators, robots que podían adquirir apariencia humana.

Estos hechos son el argumento de fondo que está presente en todas las películas de la saga Terminator.

¿Puede un PC, un super PC, una inteligencia artificial tomar conciencia de sí misma?

Covid-19 y que somos humanos, simplemente

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Quizá estás harto de escuchar hablar del Covid-19, el famoso coronavirus que se está paseando por el mundo dejando caos y muerte. A veces nos gusta pensar que los humanos somos capaces de controlar la naturaleza y de que nuestra inteligencia es capaz de dominar el mundo. Es que somos tan inteligentes... Pero un "bichito" tan pequeño que es casi imposible de ver nos hace la puñeta en un grado superlativo. 
A los que han muerto por su culpa, a los que están en los hospitales sufriéndolo, a los que luchan contra él yo os saludo y me arrodillo ante vuestro dolor y dedicación.
Y los que estamos encerrados en casa que se nos han roto los planes, ¿qué esperamos de la vida? Somos seres humanos, no dioses.

viernes, 6 de marzo de 2020

Apocalypse Now?

¿Quién no ha oído hablar del Apocalipsis? Seguramente recordaremos alguna película. De hecho están de moda las películas y las series postapocalípticas. Pensemos en El corredor del laberinto, The Walking Dead o esa impactante película titulada La carretera. Y muchas otras. ¿De dónde viene esa idea del Apocalipsis? ¿Y quién es el Anticristo? Este es un personaje muy ligado a ese final traumático de la civilización.
El día 1 de marzo tuve la oportunidad de pronunciar una conferencia sobre el tema: más info aquí.

martes, 11 de febrero de 2020

Inteligencias artificiales

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Cada vez hay más series o películas que "investigan" la posibilidad de que una máquina fabricada por el ser humano se rebele contra su creador. Terminator o Bladerunner son ejemplos de este miedo, ya en los años 80. Skynet es un superordenador que cobra conciencia en 1997 e identifica al ser humano como su enemigo primario. Como consecuencia provoca un holocausto nuclear para acabar con él. Más sutil, pero no menos impactactante es la historia de Bladerunner. Los replicantes son androides prácticamente idénticos a los seres humanos. Son tan perfectos y algunos tan poderosos, que han sido fabricados con un chip de caducidad, para que tuvieran algún tipo de limitación. Los replicantes son conscientes de ello y se rebelan. Van dejando un reguero de sangre tras de sí, durante su búsqueda del creador, al que tienen que preguntar: "¿por qué tengo que morir? ¿Qué sentido tiene mi vida?"


viernes, 8 de noviembre de 2019

¿Feliz o libre?

Subí un post a instagram con cierta pregunta tendenciosa. Es decir, "si te obligaran a elegir, ¿libertad o felicidad?". Digo tendenciosa, porque en realidad deseamos ser felices en libertad. 
Pongo un texto de Robert Spaemann:

"Hagamos un experimento mental: imaginemos un hombre que está fuertemente atado sobre una mesa en una sala de operaciones. Está bajo el efecto de los narcóticos. Se le ha introducido unos hilos en la cubierta craneal, que llevan unas cargas exactamente dosificadas a determinados centros nerviosos, de modo que este hombre se encuentra continuamente en un estado de euforia; su rostro refleja gran bienestar. El médico que dirige el experimento nos explica que este hombre seguirá en ese estado, al menos, diez años más. Si ya no fuera posible alargar más su situación se le dejaría morir inmediatamente, sin dolor, desconectando la máquina”.  (Robert Spaemann, Ética, páginas 38-43).
¿Es este un hombre feliz sin libertad? Si el médico nos invita a subir a la camilla y "ser feliz" como él, ¿qué le diríamos?

Que vuelven los estoicos

Zenón de Citio (334-262 aC) ¡Vaya por Dios! Se ha puesto de moda la filosofía estoica . Ahora parece que la venden como si fuera una versión...